La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930): Modernización y Crisis en España

El Directorio Civil (1925-1930)

Se preocupa davantage de la modernización de la economía.

Características de la política económica de la Dictadura

• Coyuntura económica internacional favorable: bajada del paro y crecimiento. Disminución de los conflictos sociales.
• Intervención directa del Estado para modernizar el país. Grandes trabajos públicos en materia de comunicación (red ferroviaria, de carreteras, telefónica…). Grandes trabajos hidráulicos para el riego, la producción de electricidad y el abastecimiento de agua de los centros industriales.
• Prioridad concedida al sector industrial. Proteccionismo aduanero frente a los productos extranjeros.
• Nacionalismo: los inversores extranjeros son obligados a unirse a los capitales privados españoles en sociedades semipúblicas (ejemplos: Telefónica, CAMPSA…).

Límites de esta política

• La financiación de los proyectos procede del endeudamiento (deuda que la Segunda República heredará).
• Los principales beneficiarios son los grandes propietarios de tierras y los hombres de negocios. Es decir, la oligarquía.
• Ninguna reforma en profundidad de la estructura de la propiedad en el campo es realizada.
• Una «Organización Corporativa Nacional» es creada para que el Estado extienda su control a las relaciones laborales. Obreros y patrones estarán descontentos.

La caída de la dictadura

Degradación progresiva del prestigio de la dictadura. Pérdida del consenso inicial. En 1929, Primo de Rivera trabaja en un proyecto de Constitución antiliberal y autoritaria.

Críticas al régimen

• Excesiva duración de un régimen «provisional»
• Inaplicación del sistema electoral previsto
• Fracaso de la lucha contra el caciquismo
• En los medios empresariales, denuncia del control oficial y temor a una reforma fiscal
• Reaparición de las tensiones sociales
• Devaluación de la peseta en 1929
• El movimiento estudiantil e intelectual se une a la Alianza Republicana
• PSOE y UGT abandonan su neutralidad
• Descontento del ejército debido a los ataques del dictador a los privilegios de la artillería

Alfonso XIII termina por retirarle también su apoyo. Primo de Rivera presenta su dimisión en enero de 1930.