Richard Wagner: Vida y Obra

Classified in Musique

Written at on français with a size of 6,83 KB.

RICHARD WAGNER (1813-1883)

1. Formación Musical

Richard Wagner comenzó su formación musical copiando partituras de grandes compositores como Beethoven (sinfonías nº 9 y nº 5), Gluck y Weber. En sus inicios, se inspiró en la ópera histórica popular de la época, como la de Meyerbeer (1839), aunque sin éxito. Tras el fracaso de su obra Rienzi en París en 1840, decide regresar a Alemania, estableciéndose en Dresde. Su estilo musical se caracterizó por una síntesis de las corrientes de su época, tomando elementos de compositores como Donizetti (Lucia di Lammermoor, 1835), Weber (Der Freischütz, 1821), Meyerbeer (Les Huguenots, 1836; Robert le diable, 1831) y Rossini (Guillaume Tell, 1829).

2. Polivalencia Artística

Después de 1850, Wagner desarrolló su concepto de Art Total, buscando la fusión de diferentes disciplinas artísticas en sus obras.

3. Wagner como Literato

Wagner fue un hombre de letras prolífico, escribiendo poemas, obras de teatro y sus propios libretos de ópera (Schumann, Hoffmann, Berlioz). Para él, la música debía ser equivalente a la fuerza dramática de la historia.

4. Personalidad Compleja y Evolución Artística

Wagner fue una figura compleja y contradictoria, a la vez admirado y criticado. Fue un artista comprometido con la sociedad y considerado uno de los compositores más revolucionarios de su tiempo. Su vida puede dividirse en tres etapas principales:

  • Dresde (1842-1849): Período marcado por su apoyo a la Revolución de 1848 y su posterior exilio.
  • Exilio (1850-1864): Durante este tiempo compuso algunas de sus obras más importantes, como Tristán e Isolda (1859), La Valquiria (1870), Los maestros cantores de Núremberg (1868) y El oro del Rin (1869).
  • Múnich (1864-1870): Gracias al apoyo del rey Luis II de Baviera, Wagner pudo establecerse en Múnich y desarrollar su idea del arte como fuerza civilizadora y educativa. En esta etapa, se consolida su posición como compositor preeminente.

A lo largo de su carrera, Wagner compuso 14 óperas, 4 de ellas escritas en su juventud (Las bodas, 1832; Las hadas, 1833; La prohibición de amar, 1834; Rienzi, 1840) y 10 durante su madurez artística.

5. Primeras Óperas

  • La prohibición de amar (1834): Segunda ópera de Wagner, basada en la obra Medida por medida de Shakespeare. Esta ópera cómica en dos actos muestra la influencia de la ópera italiana (Donizetti) y francesa (Auber, Halévy, Rossini). La obra explora el triunfo de la sensualidad sobre la rigidez ascética.
  • Rienzi (1840): Estrenada en París, esta ópera en cinco actos muestra una mayor madurez en el estilo de Wagner. Combina elementos de la ópera francesa con influencias italianas (marchas de Spontini, melodías de Bellini). En Rienzi, se aprecian ya algunas de las ideas y técnicas que caracterizarían su obra posterior: la unión indisoluble de música y poesía, el refuerzo de la sección de vientos, el uso de cuatro voces para crear un discurso más denso, la importancia de la orquesta, la presencia de Grundthema (tema principal), la asociación de vocales con instrumentos y consonantes con colores, el uso del arioso y la declamación wagneriana, y la búsqueda de la unidad dramática y la continuidad musical.

6. La Trilogía Romántica (1840-1850)

Este período abarca tres de las óperas más importantes de Wagner:

  • El holandés errante (1843): Basada en una leyenda popular y en el poema de Heine, esta ópera combina tradición y modernidad. La historia gira en torno a la redención a través del amor, un tema recurrente en la obra de Wagner, y presenta a un héroe solitario, el holandés errante, condenado a navegar por los mares hasta encontrar el amor verdadero. La obra mantiene elementos de la ópera italiana (Bellini, Auber) en su estructura numérica, pero también muestra la influencia de la reforma operística de Gluck y la inspiración en la música popular. La fidelidad hasta la muerte es un tema central, encarnado en Senta, quien está dispuesta a sacrificarse por el holandés. La famosa Balada de Senta se caracteriza por su forma estrófica con estribillo y su armonía simple. El holandés errante fue el primer gran éxito de Wagner y le valió el puesto de director musical en Dresde, donde residió hasta su exilio en 1849.
  • Tannhäuser (1845): Esta ópera en tres actos, con una estructura en escenas, aborda temas como la redención, el pecado y la lucha entre el amor terrenal y el espiritual. Los personajes principales son Venus, diosa del amor; Tannhäuser, un caballero y trovador; y Elisabeth, una joven pura. La obra presenta un dualismo entre el mundo terrenal y el celestial, así como entre dos tipos de mujeres representadas por Venus y Elisabeth. Musicalmente, Tannhäuser combina elementos conservadores de la tradición alemana con innovaciones que apuntan hacia el futuro estilo de Wagner. La evocación de Venus se caracteriza por el uso de cromatismos, séptimas no resueltas y una brillante orquestación, mientras que otros pasajes mantienen un lenguaje tonal más tradicional. La obertura, que sigue el modelo de Gluck, presenta elementos que anticipan la trama, como los bellos aires, la línea cromática del concurso de canto y la representación del mundo de Venus a través de cuerdas agudas y elementos disonantes. El tema principal, interpretado por los instrumentos de madera, representa el perdón y la redención, mientras que el coro de los peregrinos simboliza la esperanza.
  • Lohengrin (1848, estrenada en 1850 por Liszt en Weimar): Basada en una leyenda medieval, Lohengrin presenta elementos fantásticos y sobrenaturales. Los personajes principales son Elsa, una joven acusada falsamente; Lohengrin, un misterioso caballero que la defiende; Telramund, su acusador; Ortrud, la esposa de Telramund; y Gottfried, el hermano de Elsa, desaparecido misteriosamente. La obra muestra la influencia de la orquesta francesa (Meyerbeer, Berlioz) y se caracteriza por su densa escritura musical, con un uso extensivo de la polifonía (voces con temas independientes y cuerdas agudas divididas en varias partes). Wagner utiliza la música para potenciar el drama, creando contrastes entre el día y la noche, la luz y la oscuridad, la pureza de Lohengrin y Elsa frente a la maldad de Ortrud y Telramund. En lugar de utilizar cantos simultáneos, Wagner da prioridad al texto y a la melodía continua, creando un flujo musical ininterrumpido.

Entradas relacionadas: