Los Nuevos Movimientos Sociales: Características y Límites

1. Características de los Nuevos Movimientos Sociales

Los Nuevos Movimientos Sociales (NMS) surgieron a principios de las décadas de 1960 y 1970, presentando nuevos actores, formas de acción y objetivos de conflicto.

Nuevos Actores

Los NMS no son tanto movimientos de"clas", ligados a una posición socioeconómica (como los movimientos obreros), sino movimientos identitarios basados en una identidad particular y reivindicada. Los nuevos actores se unen en torno al rechazo común de una situación que consideran perjudicial para sus propios intereses (por ejemplo, movimientos feministas, regionalistas) o para los intereses de las generaciones futuras (por ejemplo, movimientos ecologistas).

Valores Nuevos

Los conflictos de los NMS se centran en intereses post-materialistas, según el sociólogo francés Alain Touraine. Estos conflictos no solo tienen un objetivo material (riqueza, poder), sino también un objetivo simbólico (reconocimiento social). Las reivindicaciones también tienen un carácter de universalidad, ya que los activistas se movilizan en nombre de una determinada idea del interés colectivo, por ejemplo, defendiendo a las minorías o reivindicando la igualdad de derechos (como los movimientos de los"si", sin papeles, sin hogar, etc.).

Formas de Acción Nuevas y Variadas

La expresión del conflicto adopta diversas formas, como el boicot, las marchas de protesta, los bloqueos de carreteras, las ocupaciones de locales, las destrucciones materiales, las huelgas de hambre, las sentadas, las peticiones, etc. El registro es variado, pero a menudo tiene como objetivo ocupar el espacio público para ser visible. Estas acciones permiten desarrollar la conciencia colectiva y están destinadas a presionar a las autoridades políticas, las únicas con capacidad para transformar las normas y llegar al mayor número posible de ciudadanos.

2. Límites de los Nuevos Movimientos Sociales

Existen varias limitaciones a la importancia que se atribuye a los NMS.

Algunos movimientos ya existían y no son tan innovadores en cuanto a reivindicaciones y modalidades de acción (por ejemplo, los movimientos feministas y ecologistas).

Se observa una persistencia de las preocupaciones económicas y sociales relacionadas con las dificultades económicas y financieras. Las cuestiones de salario, poder adquisitivo, pobreza, etc., han vuelto a ocupar un lugar determinante con la crisis, más que el desarrollo personal. Este punto es denunciado especialmente por los ecologistas, para quienes la defensa del medio ambiente no debería quedar relegada a un segundo plano frente a estas preocupaciones, sino que debería verse como un medio para responder a ellas.